jueves, 28 de octubre de 2010

La Muerte del Presidente

1.

Durante este largo ano escribí y filme una película. Mi idea original era desmenuzar la relación entre el arte y la realidad, palabra mágica que incluye la turbia arena política. Uno de los personajes presenta un libro llamado Corrientes Circulares en el Tiempo; en una escena da una charla que los protagonistas de la película, dos jóvenes nacidos en democracia, escuchan atentamente:

Aquello que nos da la noción de futuro es nuestra capacidad para transformar el presente, o la sensación de que contamos con las herramientas para modificar el presente.

2.

Hace un tiempo encontre este texto de Sebreli acerca del peronismo y su irrupción en la estática Argentina de los años cuarenta. Llama la atención pero si, Sebreli fue en algún momento un partidario del peronismo. Paso a citarlo:

“La repentina aparición de Perón en el panorama político nacional produjo el mismo efecto que una piedra arrojada con fuerza sobre las aguas estancadas de un charco habitado tan solo por ranas dormidas. El torbellino de la aventura incontrolada del peronismo, con sus emboscadas, sus acechanzas, sus peligros, sus persecuciones, sus terrores, sus sorpresas, vino a turbar la monótona vida cotidiana, sin riesgos ni temeridad, en cuya permanencia y aburrimiento habían encontrado la fórmula de la felicidad los pacíficos, los indecisos, los cómodos, que ahora vivían añorando el "paraíso perdido" de aquellos tiempos tranquilos del gobierno conservador, cuando estaban excluidas toda novedad, toda sorpresa, cuando ni un farol se cambiaba de lugar, cuando sólo estallaban rebeliones rigurosamente previstas y controladas. Todo ese mundo de mitos domésticos, de pequeñas cosas queridas -el barrio, el hogar, la escuela, la iglesia, el club, el comité- fueron atomizados por el dinamismo revolucionario, separados en categorías sociales, divididos en factores de producción, disgregada para siempre su antigua intimidad, perdida su confianza, manchado su candor, planificada su espontaneidad, politizadas las ingenuas relaciones de los hombres entre sí. El porteño, el argentino, había dejado de ser una entidad exclusivamente individual y privada. Toda vida se había hecho pública hasta lo más secreto del corazón. Nadie podía ya escapar al mundo, ningún vano, ningún intersticio quedaba ya para los solitarios. En el país del individualismo, de la indiferencia, del "no te metás", de la disponibilidad espiritual, el peronismo nos obligó por primera vez a afirmar nuestras propias vidas en relación con otras vidas, con nuestros semejantes, con nuestros compañeros, aún con nuestros enemigos, por medio del amor o del odio, de la ayuda o de la hostilidad, de la complicidad o de la delación, pero nunca de la indiferencia...”

«De este modo, todas las críticas, ciertas o no, al peronismo, no son sino sofismas hipócritas, subterfugios mistificadores y diversiones tácticas, que no sirven, en última instancia, sino para tranquilizar las conciencias de los privilegiados. No nos engañemos, la indignación del antiperonista frente a las torturas, a los estudiantes presos, a los diarios clausurados, a las huelgas rotas por la propia CGT, no es, en el fondo, sino una mal disimulada satisfacción, ya que todas estas injusticias le proporcionan una coartada y la comprometedora prueba de un chantaje moral. El alto industrial o el terrateniente explotarán los sufrimientos que la policía peronista inflinge al estudiante democrático para justificar los sufrimientos que ellos le inflingen al obrero de su fábrica o al peón de su estancia. Toda crítica a la violencia revolucionaria no sirve sino para justificar la violencia de las clases poseyentes y defender, aunque indeliberadamente, el "statu quo"...”

«Es verdad, Perón mentía a los obreros haciéndoles creer que ellos eran el gobierno, cuando en verdad no lo eran. Pero la cara positiva de esa mentira estaba en que los obreros se fueron familiarizando con la idea de que ellos debían y podían ser el gobierno, de que el gobierno era asunto de ellos. Por eso el peronismo no ha sido un sucedáneo de la revolución social, sino su propedéutica...».

Salvando las distancias, algo similar ha provocado la fulgurante aparición de Kirchner en nuestra época. Es imposible entender al kirchnerismo sin tener en cuenta a su antecesor político, el menemismo. No es ilógico afirmar que todo lo que Kirchner ha hecho es contradecir la esencia misma de los 90 y su desprecio por lo político, tanto en la idiotez supina del viaje al exterior y el electrodoméstico como en la falsa unión de las clases sociales y el ruido de las cacerolas cantando el fin del desguace estatal. Argentina estaba y sigue estando dividida, y Kirchner no hizo mas que salar las heridas para tratar de cicatrizarlas. Es cierto, gano millones con la privatización de YPF y dijo en algún momento que Menem fue un gran presidente, pero pragmático y con extraordinaria cintura política vio lo que pedía la historia (incluso a nivel regional) y logro que el Estado volviera, y con el todos los militantes que en la década anterior habían sido relegados, vilipendiados por la lógica del mercado, por los Manzano y los Nosiglia del mundo, cobardes y estúpidos, delegando en terceros anónimos los despidos y las indemnizaciones. La política volvió pero nunca se debió haber ido, y todos parecían felices y millonarios durante la era dorada del dinero argentino, el menemismo, quizás la última oportunidad para que los don nadie de este país se volvieran asquerosamente ricos.

Kirchner tenía todo por perder y una vez que hubo estabilizado su poder, gracias a su alianza damoclea con Moyano, lanzo una piedra al estanque podrido de la historia argentina, donde los asesinos de la dictadura y los reyes del campo promulgan la mirada al futuro y la no confrontación. Basura. Kirchner les puso un horrible espejo en la cara y expuso su falsedad, su ahistoricidad disfrazada de insulso patriotismo. Y asi quedaron, expuestos, sin sus disfraces de grandes hombres, involucrados contra su voluntad en una sociedad llena de fisuras y de carencias.

Habrá tiempo luego para analizar los defectos y los errores. Contemporáneos a los sucesos, nuestra miopía nos impide poner las cosas en su lugar. La historia se escribirá sola y lo bueno y lo malo de esta etapa de nuestro país podrá ser analizada con cierta frialdad en un futuro que espero sea brillante. Futuro…

3.

Uno de los personajes principales de la película es Gastón, joven de unos 28 anos. Padece una enfermedad crónica. No trabaja. Tiene una relación distante con su padre. Su madre ha muerto y hace años que no visita su tumba. Rodeado de thanatos, busca algo de vida comprando un adorable perro en una plaza y le busca nombre a lo largo de toda la película. Conoce una chica. Se enamora. Visita a su madre y le hace un recuento de las cosas importantes que pasaron en el mundo desde su partida: primera ronda en Corea Japon, cuartos de final en Alemania y cuartos de final en Sudafrica. Su salud empeora y parece estar a punto de irse, pero de todos modos algo en el cambia. Sobre el final le dice a su amigo cineasta, Diego:

A perro hay que ponerle un nombre que tenga que ver con Brasil. Por el mundial que viene. Tengo fe.

Recuerdo que tuve dudas sobre este final, esperanzador si se quiere. Mi amiga CM me mando un artículo de Pagina 12 y algunas ideas que tenía se terminaron de consolidar. Casi inconscientemente termine haciendo una peli K en cuanto a la épica kirchnerista, en cuanto a su poder simbólico, que quizás tenga menos que ver con el matrimonio presidencial que con todos aquellos jóvenes que se encontraron defendiendo una idea luego de casi 20 años en los que la juventud de este país fue testigo de una historia que se le escurría entre los dedos. El legado es claro: sin política no hay futuro. Diego, el cineasta, toma esa idea y para el y para el perro hay un horizonte lleno de desafíos y de problemas pero modificable, sobre el que se puede luchar.

Volviendo al principio, esta sensación de contar con las herramientas que nos permitan modificar el presente, es el mejor y más importante legado de Nestor Kirchner. La noción de futuro. QEPD.

JPS

martes, 26 de octubre de 2010

Los individuos, los sistemas

Dedicado al genio de Roberto Perfumo, el Gran Mariscal

Toda discusión debe ser llevada a su reductio ad absurdum. Convengamos con Hobbes que el hombre es el lobo del hombre y que necesita una estructura para pautar sus conductas sino quiere perpetuar su destrucción. Esta idea no me lleva, sin embargo, a apoyar la necesidad de un estado totalitario ni a justificar la superstición nazi. En un mundo con ética no harían falta las ideologías; está claro que todo gobierno que tienda a ponerse por encima de sus individuos y de sus decisiones intelectuales atenta contra el orden del Universo porque quiere congelar una realidad que está en constante movimiento. Brooklyn se expande, diría Woody. El desarrollo pleno de la libertad está atado al comportamiento en comunidad y a la sujeción a ciertas reglas. Cuando uno ve una bandada de aves moviéndose sincronizadas en el cielo no piensa que son esclavas de un orden superior sino que gozan de la única libertad que existe, aquella que inserta al individuo en un orden superior, casi arquetípico en palabras de Schopenahuer, llamado especie.

Viendo a la extraordinaria selección de Joachim Lowe durante el mundial de Sudafrica quizás se entienda mejor el punto. Una libertad plena dentro de una estructura consolidada llevo a que los alemanes nos den uno de los grandes paseos futbolísticos que haya presenciado. Argentina, una selección sin orden y con un técnico que ha llegado a la anarquía menos por decisión que por desidia, no pudo hacer nada frente a una aceitada maquinaria que a su vez le permitió a sus jugadores moverse por toda la cancha. Entrando en el terreno de las paradojas, la libertad precisa de un orden, Alemania lo tuvo y la patética imagen de Di Maria corriendo a Schweinsteiger nos recuerda lo duro de la sentencia.

Del otro lado del espectro ideológico de Maradona (y es generoso afirmar que hay una ideología en un tipo que por dinero abrazo a Menem y a Chavez) encontramos a aquellos totalitarios del futbol, los creyentes del Leviatan, aquellos que ponen la estructura por encima de los individuos y plantean una realidad congelada, sin movimientos. Marcelo Bielsa es quizás el mejor ejemplo. Sus conferencias son perfecto estudio del inconsciente reprimido, donde hay una lucha encarnizada por no expresarse, por negar a Lacan y afirmarlo al mismo tiempo. Esto se ve reflejado en el juego de sus equipos, sobre todo si recordamos a Rosales y a Ortega marcando al lateral del equipo rival. Un sistema asfixiante, la idea que ha destruido al futbol que promulga Dunga, que le asigna a un crack como Robinho la responsabilidad de bajar a defender. Basura táctica.

Quizás solo los genios encuentran el inasible medio, el centro de borgeano de pesadilla. Bianchi ve a sus jugadores y busca la mejor manera de ensamblarlos. A partir de los individuos, busca un orden. Como dice nuestro himno: libertad, libertad, libertad. Ni el horror fascista ni la imposibilidad de la anarquía, la dulce armonía entre el ser y el estar, la armonía del conjunto. Con enganche o sin enganche, con un nueve de área y sin él, Bianchi pudo entrever la trama secreta y ganarle al Milan con Donnet de titular o al Real Madrid con Matellan de zaguero central. Exaltando las virtudes individuales pudo encontrar el equilibrio grupal, Bianchi se coloco con honores en el club de los genios, integrado por nombres ilustres como Glenn Kotche, Lee Marvin, John Ford y Stephen Malkmus.

Esta claro que esta discusion puede llevarse a las sucias arenas de la politica, pero en nuestro pais promover tales debates es esteril porque lo que esta en juego es simplemente una lucha entre dos corporaciones cuasi mafiosas que se disputan un maletin lleno de dinero. Espero estar vivo para ver el dia en el que la clase politica y la clase empresarial sean dos cosas diferentes en la realidad nacional, y que una estructura superior se ubique por encima del mandatario de turno anulando la logica de caudillo que sutilmente sigue imponiendose en nuestros dias. You may say i am a dreamer...

En otro capítulo de estas conversaciones sobre futbol indagaremos sobre la violencia y la hipocresía en nuestro querido y paupérrimo torneo local, y centraremos el estudio en la figura de Angel Cappa (de ahora en mas denominado la mentira).

Saludos

JPS

sábado, 9 de octubre de 2010

Un sentimientito



El momento más peronista de los Beatles.


EM.

lunes, 4 de octubre de 2010

Los diez mandamientos (de un hombre a una mujer)


Los diez mandamientos de un hombre

a una mujer

por inspiración mía, Prince Buster

uno,

no poseerás otro hombre excepto a mi.

dos,

no alentarás otro a hombre para que te haga el amor

ni te bese ni te cuide

porque yo soy tu hombre, un hombre muy celoso

que está dispuesto a acabar con cualquier hombre que pueda interferir en nuestro amor

tres,

recuerda besarme y cuidarme

honrarme y obedecerme, en cada capricho y antojo

siete dias a la semana y dos veces los domingos

porque en ningún momento me cansaré de e-s-o "eso"

cuatro,

honra mi nombre, para que así toda mujer también pueda honrarlo

cinco,

no provocarás mi enojo

o mi ira descenderá con fuerza hacia ti

mandamiento seis,

no revisarás mis bolsillos por las noches

o me molestarás con tus chismes

mandamiento siete,

no gritarás mi nombre en las calles

si estoy caminando con otra mujer

sino que esperarás inteligentemente a que regrese a casa

donde podamos discutir decentemente

porque soy tu hombre, un hombre gracioso

que detesta los escándalos en lugares públicos

mandamiento ocho,

no beberás, ni fumarás

ni utilizarás lebguaje profano

porque esos habitos no los toleraré

nueve,

no cometerás adulterio

porque el mundo no me encontrará culpable si cometo asesinato

diez,

no codiciarás el vestido de tu vecina

ni sus zapatos, ni su ropero, ni su cama ni su sombrero

nada que sea de ella

ni tampoco llamarás mi atención por algo que pueda estar en venta

en cualquier tienda, porque no te daré nada

salvo aquello que puedas necesitar para tus propio bien

esos son los diez mandamientos de un hombre

a una mujer

por mi, Prince Buster.



sábado, 2 de octubre de 2010

Al rescate de la armónica


La armónica es un instrumento difícil. Pese a que ha habido muchos artistas que supieron usarla (John Lennon y Bob Dylan son los primeros en los que pienso), el rock y el blues la han manipulado tanto a lo largo de su historia que llegaron a poner en duda su capacidad para arrancar un tema de raíz y devolverlo hecho una bomba de tiempo muerto. Sin embargo, como a todo instrumento, siempre se le puede extraer la expresión adecuada. En este caso, la fórmula sería menos enviciamiento y más melancolía.


Como este tema.



EM.