Sigamos el juego de Carlyle e imaginemos una historia de la música en la que no se nombre una sola banda, un solo nombre propio; y sólo se hable de música. Este condicionante, que tiene como objetivo la verdadera apreciación musical, es inadmisible para cualquier periodista de rock actual. A ellos les encanta dar nombres. Les encanta incluso relacionar bandas. Veamos el ejemplo de redactor de La Nación.
“Entre las cacofonías de Aphex Twin (en especial el disco "Selected ambient works 85-92"), la electrónica onírica de Timo Maas, y los bajos áridos de factura post-punk, el músico platense Pol Stank (ex bajista de Atico) se lanza al espacio impulsado por 29 pistas ambientales, fragmentarias y oscuras. Loops, cuerdas sintetizadas, pianos extendidos y reberberantes (sic), golpes de guitarras, sintes alienígenas, y voces recortadas remiten a Moby, pero también a cierta siderurgia techno, en particular la de grupos como Skinny Puppy, Depeche Mode y Section 25. Un proyecto aún incipiente el de Pol Stank, pero en muchos sentidos, revelador; sobre todo en el tratamiento de las voces y el armado de los loops.”
La acumulación de nombres propios es símbolo de conocimiento, a todos nos gusta impresionar. A mí también, por eso mismo, cuando empecé a escribir sobre los Stockholm Monsters, pensé:
“Surgidos del estallido originado por Joy Division en la ciudad de Manchester (sobre todo en la calle Hillers, a dos cuadras del puente), en 1979, el grupo liderado por Tony France, los Stockholm Monsters, lanza en 1984 su disco Alma Mater, repleto de bajos punzantes, guitarras machacantes, baterías delirantes, teclados trastornantes y voces mancillantes, que nos recuerdan un poco al minuto 3:34 de la canción Fat Lady Wrestlers de Happy Mondays, a la producción del mítico Shawnard Macarthur cuando comenzaba su etapa de rehabilitación y se adentraba en los orígenes del post rock , y a la desazón de la banda The Manchesters Fields en su etapa barroca.”
Así que luego, dándome cuenta de mi error, escribí este post sobre este tema:
“Winter de los Stokholm Monsters es un buen tema para escuchar en verano.”
4 comentarios:
Excelente. El periodismo de rock es patetico. El gordito cacheton que citas es solo un ejemplo.
Ds, muy, muy bueno el posteo. He aqui a un gran admirador tuyo.
Gordo en zunga.
En la música como en el futbol lo peor es siempre el periodismo.
El hombre en bata.
Si, te hablo a vos Niembro, gordo puto.
jajaja! y con mucha altura este post, saben si el sr X lo leyo?
los veo mañana en el recital de mañana para hablar con el sr XY
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