Uno. Digamos que Oasis fue una explosión. Duró dos discos, y el resto sólo se trató o bien de un ejercicio del rock con algunos resultados satisfactorios o de la prolongación inútil de algo que ya no tenía el menor sentido.
Repasemos: Definitively Maybe, su debut, fue uno de los eslabones más preciados del brit pop, ese género que en su momento le lavó la cara al anquilosado rock inglés y que hoy ya no vale nada. De golpe vinieron unos matones de Manchester que, a fuerza de canciones sucias pero herederas de la mejor tradición beatle, le dieron voz a una generación entera. Después, la locura: ahí están en el recuerdo todas esas adolescentes corriendo hacia la disquería, una vez que se levantaron las vallas, para llevarse su vinilo de (What’s The Story) Morning Glory. Lo habían logrado. Esa banda de callejeros incapaces para cualquier otra cosa se convirtió inesperadamente en la cara más visible de una nueva era musical.
Dos. Por esos días resultaba muy gracioso escuchar a Noel Gallagher decir: “Somos la mejor banda del mundo. Hacemos los mejores discos”. ¡Era cierto! Me acuerdo que una vez lo vi a Lars Ullrich, de Metallica, hablar del asunto: “Duele que digan algo así, porque uno está trabajando, pero realmente es una banda increíble”.
Qué pasó luego nadie podría precisarlo. “All your dreams are made...”, cantaba Liam en “Morning Glory”. Habría que ver qué cosas quedan para decir cuando pareciera que tu horizonte de expectativas ha sido cubierto casi por completo.
Lo curioso es que para los Gallagher, durante mucho tiempo, incluso diría que hasta hoy, las cosas siguieron siendo iguales que en aquel momento iniciático, como si en el fondo no se hubieran dado cuenta de que todos los discos que editaron posteriormente perdieron fuerza, creatividad, equilibrio y hasta cierta lírica.
Tres. Me imagino a la banda en la salida de “Be Here Now”. Fue algo mesiánico, desmesurado. La autorreferencia en su máxima expresión. El tema “All around the world” dura 10 minutos, y hasta tiene ¡una repetición orquestal! Algunas (muchas) de esas canciones eran buenas, pero su producción es tan barroca que el disco no puede sobrevivir más que a un par de años de adolescencia. Uno de los dos Gallagher (no recuerdo cuál) lo señaló: “Odio ese disco, todo el tiempo hay una distorsión sonando”.
Cuatro. A esta altura cabe hacer una aclaración. Los álbumes siguientes tuvieron de todos modos algunos momentos interesantes. Por caso, el infrecuente “Standing on the shoulder of giants” marcó un camino que el grupo podría haber seguido. Temas como “Who feels love” o “Roll it over” mostraron a Noel Gallagher en otra dirección compositiva, incorporando además nuevos elementos sonoros. Era claro que ya no estaban para esas baladas que emocionaban a los jovencitos en los conciertos londinenses.
Cinco. Pero el grupo anduvo a los tumbos. “Heathen Chemistry”, “Don't Believe The Truth”, todos esos discos se mezclan en la memoria y se tornan fácilmente olvidables. Liam hizo sin embargo algunos buenos intentos como compositor. “Guess God thinks I’m Abel” y “I’m outta time” lo demuestran. Pese a que las canciones iniciales y algunos cortes de difusión de aquellas obras conservaban cierto carácter (“Turn up the sun”, “The shock of the Lightning”,), nada evita que la mirada retrospectiva se vuelva implacable. Incluso hasta da lo mismo que la banda se haya disuelto; eso es algo que debería haber sucedido hace ya demasiados años.
Seis. Iba a cerrar con el video de “Champagne Supernova”, acaso el mejor reflejo de lo que fue aquel delirio noventoso en el que la música parecía fluir por sí sola, pero prefiero dejar “Go let it out”, inevitable fragmento estético de esa otra época difusa en la que, a pesar de todo, aún podían demostrar que estaba a su alcance producir algo tan sencillo como una buena canción de rock.
EM.
3 comentarios:
Lo dijo Noel: "Odio ese disco. Cuando no canta Liam hay una horrible distorsión de fondo", o algo así.
Liam dijo "Es mi disco preferido" jaja.
Buenos recuerdos trae Oasis. Muchas camperas abrochadas hasta arriba.
see ya mate.
Cabe destacar que ese disco lo produjo la licenciada Blanca Frula.
el hombre en bata.
la pregunta es por qué a oasis (que le robaba descaradamente a t rex y a los faces y a los beatles) nunca les dijeron retro y a los strokes sí.
pero es cierto que entre 1994 y 2001 el mundo cambio un montón de veces.
jps
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