Tras casi una treintena de años viviendo en este país, comienzo a comprender algunas cuestiones. Preferimos a Perón por sobre Mitre, a Maradona por sobre Bianchi, a Arlt por sobre Borges. Somos un país conservador al que le gusta mentener la fachada de la pseudo izquierda. Quizás la resaca de nuestro pasado estanciero y caudillista, el sueño de Rosas y de toda una nación devoradora de carne, sea nuestra compulsión al grito imperativo, nuestro inherente conservadurismo populista, nuestra incapacidad para organizarnos, la idea del pueblo como una masa que en lugar de pensar debe ser guiada por un líder carismático, la ausencia de un sentido de justicia. El mismo partido hegemónico nos dio en dos gobiernos consecutivos dos formas completamente distintas de pensar el Estado; no se trata de seguir un plan trazado sino de que el presidente de turno encarne físicamente un proyecto que el futuro mandatario modificará por completo como el caudillo que cree ser.
En este contexto, una figura como la de Gustavo Cerati parece difícil de asimilar. El mejor tema de Soda Stereo, Persiana Americana, empieza con la frase yo te prefiero fuera de foco, inalcanzable, y es como contradecir la esencia misma de la argentinidad al palo. Es cierto, preferimos a Luca por sobre Gustavo, y ojalá esa elección pasara sólo por la música. El éxito y la ambición son mal vistos por un argentino que siempre ve en el otro a un potencial farsante. Nadie puede negar su frivolidad, su gusto por lo cool, su copy paste con la última tendencia de la música inglesa, pero también es cierto que nadie le dijo a los Redondos que copiaban a The Cure o a los Smiths o a Television. Cerati salió por esencia o por decisión de esa lógica populista, es un estudiante de publicidad (¿?) capaz de tirar una melodía pegajosa sobre cualquier grupo de acordes, un cantante extraordinario, un gran guitarrista y un letrista dudoso que con su excusa de trabajar con imágenes ha sido capaz de pasar años sin decir nada. Pero aquél canto idiota, que se muera Cerati la puta madre que lo parió, o aquél stencil de la generación indie que lo acusaba de ser un viejo choto demuestran hasta qué punto su figura es central para entender la música de rock nacional, ya sea por reacción o por influencia.
Cerati nació como artista junto con la democracia y representa, de algún modo, esa relación amnésica de nuestra clase media con el horror. Bajo la excusa de la liberación sexual y el relato de las nuevas costumbres (me hacen falta vitaminas, yo quiero ser del jet set) Soda Stereo planteó un presente sin pasado, sin historia, y un futuro superficial, banal, quizás como consecuencia directa de lo primero. Su diagnóstico fue del todo acertado. Cerati logró lo que antes García: su enorme capacidad compositiva hizo que el argentino promedio le agregara a su música popular sonidos que recuerdan a Loveless, Seventeen Seconds o Against Perfection. Eso es lo que algunos no le perdonaron, su capacidad para simplificar para las masas música compleja y vanguardista.
La apertura al mundo de la Argentina menemista y globalizada lo encontró girando por toda Latinoamérica y Soda Stereo se transformó en punta de lanza de la nueva señal de Mtv a partir de un cuidado inédito en la imagen de los videoclips. Cerati se transformó en ícono cultural de una región que podía y quería ser más que un cliché regionalista de sikus y tejidos de colores. Los millones llegaron y la banda cambió los sonidos más pop de los ochenta por las guitarras distorsionadas de la generación shoegazer, dejando en el camino algunos discos como Dynamo o Sueño Stereo que se volvieron el epílogo de la carrera de la banda, cuya continuidad comenzaba a ser minada por los egos, las drogas y las chicas.
Con la decadencia del menemismo llegó la diáspora. Los dos grandes grupos de la época, Los Redondos y Soda Stereo, antagónicos en lo simbólico aunque similares en muchos otros aspectos, dijeron adiós. Era el fin de una era y de dos bandas que comenzaban a ser incapaces de entender una coyuntura que había cambiado drásticamente. El legendario gracias totales se reveló, en comparación con Patricio Rey, como una forma más simpática de despedirse.
A Cerati debe reconocérsele una descomunal fuerza de trabajo, característica que lo mantiene en constante actividad girando por el mundo, colaborando con numerosos artistas amigos, produciendo discos, embarcándose en proyectos paralelos. Por eso, en 1999, apenas separado de Soda, edita Bocanada y comienza su carrera solista (más allá de aquél disco, Amor Amarillo, en pleno auge de la banda). El disco que no fue más que una continuación algo intimista del sonido de Soda, con el estribillo memorable de Puente, gracias por venir… que el mismo Cerati explicó como un agradecimiento hacia el publico que seguía acompañándolo. Las ventas no fueron las de otros tiempos (es cierto que la crisis era aguda y que Internet comenzaba a minar las ventas de cds) y la costosa grabación del disco (realizada en Abbey Road con 48 músicos tocando los violines de Verbo Carne) lo llevó a un impasse creativo que se prolongó durante años. En el medio, compuso la banda de sonido de la película bien+ (dirigida por Eduardo Capilla, creador de Zoom, el mejor video de Soda) y editó 11 episodios sinfónicos, un proyecto ambicioso, oscuro y barroco, que quizás exhibía descarnadamente el momento de confusión general que vivía tanto Cerati como el país del patacón y los 5 presidentes.
Siempre es Hoy (2002) fue un intento de regreso a lo popular, aunque en una total falta de sintonía con lo que se consideraba popular entonces, la trilogía Bersuit-La Renga-Los Piojos y su mensaje populista y esquemático. La camisa a cuadros de Cerati en la tapa de aquél disco parecía anticipar su total fracaso; había algo tonto en todo el asunto, una mala estrategia de marketing, justo de nuestro estudiante de publicidad predilecto. Como alguien que no quiere aceptar el paso del tiempo, con un aire juvenil y canoso, Cerati cantaba siempre es hoy y generaba un inevitable rechazo. A la larga, teniendo en cuenta los siguientes trabajos, el disco tiene momentos rescatables en canciones como Sudestada, Sulky o Artefacto.
Tuvieron que pasar 4 años para que Cerati lanzara un disco de nuevas canciones. Para ese entonces, en 2006, los excedentes de las millonarias ventas de soja transgénica al nuevo mercado asiático generaron divisas y el país salió de la oscuridad. El gobierno basó su endeble economía en el consumo interno y la gente comenzó a comprarse su ropa, sus electrodomésticos y sus vacaciones al exterior, modestos objetivos de la clase media nacional. El triunfo de un disco tan banal y vació como Ahí Vamos quizás hable de la época de una forma que nosotros, los contemporáneos, no podemos comprender. El punto es que este disco, lo peor que Cerati había editado hasta entonces, fue un masivo éxito publicitario y de ventas.
En 2009 llegó Fuerza Natural, disco que nunca escuché a excepción de los dos o tres intrascendentes cortes de difusión que rotaron por los canales de vídeos. Un acérrimo enemigo de la nostalgia como Cerati no ha logrado evitar la trampa del pasado y es para mí y para muchos un museo viviente, un símbolo de una época que ya no existe y de la que él no logra escapar, aún cuando constantemente busca aggiornar su sonido a lo actual, como si tal cosa existiera. Supongo que la idea de fuerza natural puede aplicársele a él y a su movimiento perpetuo, aunque a los 50 años su cuerpo sucumbió a un ACV en Caracas y el artista, por primera vez, se detuvo.
En este contexto, una figura como la de Gustavo Cerati parece difícil de asimilar. El mejor tema de Soda Stereo, Persiana Americana, empieza con la frase yo te prefiero fuera de foco, inalcanzable, y es como contradecir la esencia misma de la argentinidad al palo. Es cierto, preferimos a Luca por sobre Gustavo, y ojalá esa elección pasara sólo por la música. El éxito y la ambición son mal vistos por un argentino que siempre ve en el otro a un potencial farsante. Nadie puede negar su frivolidad, su gusto por lo cool, su copy paste con la última tendencia de la música inglesa, pero también es cierto que nadie le dijo a los Redondos que copiaban a The Cure o a los Smiths o a Television. Cerati salió por esencia o por decisión de esa lógica populista, es un estudiante de publicidad (¿?) capaz de tirar una melodía pegajosa sobre cualquier grupo de acordes, un cantante extraordinario, un gran guitarrista y un letrista dudoso que con su excusa de trabajar con imágenes ha sido capaz de pasar años sin decir nada. Pero aquél canto idiota, que se muera Cerati la puta madre que lo parió, o aquél stencil de la generación indie que lo acusaba de ser un viejo choto demuestran hasta qué punto su figura es central para entender la música de rock nacional, ya sea por reacción o por influencia.
Cerati nació como artista junto con la democracia y representa, de algún modo, esa relación amnésica de nuestra clase media con el horror. Bajo la excusa de la liberación sexual y el relato de las nuevas costumbres (me hacen falta vitaminas, yo quiero ser del jet set) Soda Stereo planteó un presente sin pasado, sin historia, y un futuro superficial, banal, quizás como consecuencia directa de lo primero. Su diagnóstico fue del todo acertado. Cerati logró lo que antes García: su enorme capacidad compositiva hizo que el argentino promedio le agregara a su música popular sonidos que recuerdan a Loveless, Seventeen Seconds o Against Perfection. Eso es lo que algunos no le perdonaron, su capacidad para simplificar para las masas música compleja y vanguardista.
La apertura al mundo de la Argentina menemista y globalizada lo encontró girando por toda Latinoamérica y Soda Stereo se transformó en punta de lanza de la nueva señal de Mtv a partir de un cuidado inédito en la imagen de los videoclips. Cerati se transformó en ícono cultural de una región que podía y quería ser más que un cliché regionalista de sikus y tejidos de colores. Los millones llegaron y la banda cambió los sonidos más pop de los ochenta por las guitarras distorsionadas de la generación shoegazer, dejando en el camino algunos discos como Dynamo o Sueño Stereo que se volvieron el epílogo de la carrera de la banda, cuya continuidad comenzaba a ser minada por los egos, las drogas y las chicas.
Con la decadencia del menemismo llegó la diáspora. Los dos grandes grupos de la época, Los Redondos y Soda Stereo, antagónicos en lo simbólico aunque similares en muchos otros aspectos, dijeron adiós. Era el fin de una era y de dos bandas que comenzaban a ser incapaces de entender una coyuntura que había cambiado drásticamente. El legendario gracias totales se reveló, en comparación con Patricio Rey, como una forma más simpática de despedirse.
A Cerati debe reconocérsele una descomunal fuerza de trabajo, característica que lo mantiene en constante actividad girando por el mundo, colaborando con numerosos artistas amigos, produciendo discos, embarcándose en proyectos paralelos. Por eso, en 1999, apenas separado de Soda, edita Bocanada y comienza su carrera solista (más allá de aquél disco, Amor Amarillo, en pleno auge de la banda). El disco que no fue más que una continuación algo intimista del sonido de Soda, con el estribillo memorable de Puente, gracias por venir… que el mismo Cerati explicó como un agradecimiento hacia el publico que seguía acompañándolo. Las ventas no fueron las de otros tiempos (es cierto que la crisis era aguda y que Internet comenzaba a minar las ventas de cds) y la costosa grabación del disco (realizada en Abbey Road con 48 músicos tocando los violines de Verbo Carne) lo llevó a un impasse creativo que se prolongó durante años. En el medio, compuso la banda de sonido de la película bien+ (dirigida por Eduardo Capilla, creador de Zoom, el mejor video de Soda) y editó 11 episodios sinfónicos, un proyecto ambicioso, oscuro y barroco, que quizás exhibía descarnadamente el momento de confusión general que vivía tanto Cerati como el país del patacón y los 5 presidentes.
Siempre es Hoy (2002) fue un intento de regreso a lo popular, aunque en una total falta de sintonía con lo que se consideraba popular entonces, la trilogía Bersuit-La Renga-Los Piojos y su mensaje populista y esquemático. La camisa a cuadros de Cerati en la tapa de aquél disco parecía anticipar su total fracaso; había algo tonto en todo el asunto, una mala estrategia de marketing, justo de nuestro estudiante de publicidad predilecto. Como alguien que no quiere aceptar el paso del tiempo, con un aire juvenil y canoso, Cerati cantaba siempre es hoy y generaba un inevitable rechazo. A la larga, teniendo en cuenta los siguientes trabajos, el disco tiene momentos rescatables en canciones como Sudestada, Sulky o Artefacto.
Tuvieron que pasar 4 años para que Cerati lanzara un disco de nuevas canciones. Para ese entonces, en 2006, los excedentes de las millonarias ventas de soja transgénica al nuevo mercado asiático generaron divisas y el país salió de la oscuridad. El gobierno basó su endeble economía en el consumo interno y la gente comenzó a comprarse su ropa, sus electrodomésticos y sus vacaciones al exterior, modestos objetivos de la clase media nacional. El triunfo de un disco tan banal y vació como Ahí Vamos quizás hable de la época de una forma que nosotros, los contemporáneos, no podemos comprender. El punto es que este disco, lo peor que Cerati había editado hasta entonces, fue un masivo éxito publicitario y de ventas.
En 2009 llegó Fuerza Natural, disco que nunca escuché a excepción de los dos o tres intrascendentes cortes de difusión que rotaron por los canales de vídeos. Un acérrimo enemigo de la nostalgia como Cerati no ha logrado evitar la trampa del pasado y es para mí y para muchos un museo viviente, un símbolo de una época que ya no existe y de la que él no logra escapar, aún cuando constantemente busca aggiornar su sonido a lo actual, como si tal cosa existiera. Supongo que la idea de fuerza natural puede aplicársele a él y a su movimiento perpetuo, aunque a los 50 años su cuerpo sucumbió a un ACV en Caracas y el artista, por primera vez, se detuvo.
Difícil prever qué puede pasar con su salud. Como pasó con Ruiz Díaz de Catupecu Machu, la misma falta de información y certezas rodea a todo el asunto. Días después de su accidente llegó el festejo del Bicentenario y la noticia pasó a segunda plana; en pocos días llega el mundial y Cerati seguirá en una nebulosa informativa que quizás oculte un estado grave. Cuando Maradona estuvo internado se vieron procesiones y llantos desconsolados; Cerati es otro tipo de personalidad, distante y fría, más digna y elegante pero por momentos superficial como su música. Su imagen fuera de foco no coincide con la obscena catarsis mediática de nuestros ídolos populares, que deben crucificarse ante el pueblo para ganarse su respeto. Cerati, como el Indio, huyó de esa trampa y a pesar de su aparición constante en los medios pudo separar los tantos y mantener su vida fuera del ámbito público. No habrá caminatas a Luján por él, pero sí el recuerdo de los mejores momentos de su música, lo único por lo que él quiso ser juzgado. Conseguir eso, en un país como éste, merece todo mi respeto.
JPS
24 comentarios:
el hombre en bata se adjudica el excelente título de este posteo. yo, apodado "funes el memorioso" no recuerdo que me haya dicho nada y creo que soy el creador. de todos modos, se lo concedo.
saludos,
jps
jps, vos sos un gran escritor, y por ende, un exquisito ladrón de guantes blancos, y un potencial alcohólico.
Buen post. Ahora, adjudicar el éxito de "ahí vamos" a la venta de soja es, por lo menos, arriesgado.
q temazo!
Eh Master, me hacés acordar, en tu increible manera de combinar puntos de vistas de una manera pseudo literaria (en el buen sentido de la palabra), a Jean Baudrillard (salvando las distancias).
Me gusta lo que decis, o mejor dicho, cómo lo decís. Porque está clara que la veracidad de lo que afirmás, es sumamente rebatible y cuestionable. Perooo, tenés mucho estilo para decirlo, y hasta podés llegar a convencer a muuuchos catedráticos de grandes universidades haciéndote pasar por un filósofo de moda. Esto, dicho para resaltar tus virtudes, sin ánimo de ofender tu prosa.
Me parece un hallazgo tu blog. Esto va para el impresentable de José P. Feinmann, que salió con los tapones de punta contra los bloggers, diciendo que "sería echados a patadas de cualquier redacción". Ja, le faltó decir a ese amargo, que ya ni hay redacciones de diarios, porque todo desaparece, y que hay muchísima gente con talento que él ni conoce, y que la edad no le dio sabiduría, por lo que se nota.
Ah, Cerati me encanta. Lo que pasa es que hay una cierta obligación tonta, vacía, de querer buscar "mensaje" y contenido en cosas que no son más que lo que son. Cerati tiene canciones sublimes, con mucha poesia, y no tiene por qué bajar linea ideologica, como lo pretende hacer el Indio Solari. Que, después de todo, baja línea para que muchísimos seguidores no tengan la menor idea de lo que dice, lo que termina confirmando que la música transmite mucho más que la letra.
No es casual lo de Cerati y su supuesta vacuidad de sentido, ya que su reflejo, ha sido desde el principio, bandas inglesas new wave de supuesta ligereza. Perooo, él supo ver en esa música cosas que nadie vio. Y hoy en día, aquellos insignificantes grupetes destrozados en su momento, van camino a ser monumentos a la música rock-pop.
Que se salve Cerati, por el bien de la música !
Y lo vuestro, señor, muy bueno !!!
La pifiaste en algo man, ya han hecho varios facebook para ir a Lujan por Gustavo.
Pobre José Pablo F. Ninguneado por un anónimo.
un grande el Diegote comentando en LSMT antes del mundial... "Eh , Master"
jp feinmann merece respeto, pero habla muchas sandeces. es un oficialista acérrimo viviendo de un suelo estatal, el anibal fernandez de las bibliotecas. prefiero por muhco a horacio gonzález como intelectual progresista.
jps
Soy el anonimo que opinó sobre José P. Feimann.
Este señor tendrá "fama" por sus libros y por haber hecho celebres columnas en Pagina 12 en contra de los noventa, haciéndose un pic nic de esa cultura tan light y banal, LO CUAL FUE MUY FACIL PARA CUALQUIER ESCRITOR CON UN POCO DE CABEZA.
Perooo, la flagrante contradicción es, cómo un tipo supuestamente "progre" y de avanzada, o con cierta cesera, se adhiere a un gobierno autoritario, mentiroso tal vez más que el de Menem (aquel era neoliberal y corrupto, este lo es pero se disfraza de "izquierda"), y se comporta con alguien obnubilado, casi tanto o más que los panelistas oficialistas de 6 7 8 ?
Feinmann es básicamente, un VIEJO AMARGO. Tiene la habilidad de llamar la atención.
Cuando aparece en Canal Encuentro, rodeado de una escenografia aparatosa (como diciendo "acá está el capo hablando para los burros)no habe más que querer imitar a Federico Klemm, sólo que Klemm intentó llamar la atención de la masa para inculcar el arte, por medio de sus poses payasescas, y era gracioso y didáctico. Feinmann, lamentablemente, no es inofensivo como Klemm, porque baja una linea muuy berreta, y tiene el EGO más grande que su ídola Cristina, la reina de la decadencia.
Feinmann, dejate de joder, te está pegando mal el Prozac. Esto, ya que una vez le escribiste una oda al Prozac diciendo que te había salvado de la depresión.
Este blog, por ejemplo, y muchos otros, son la prueba de que sí se puede escribir en la red de redes tratando de expresas ideas originales con fundamento, y usando muchos recursos que brinda la Lengua.
Al que defiende a Don José Pablo, nene, JPF se ninguna solo, porque sólo puede ser el buchón de turno de un gobierno insoportablemente mediocre.
creo que el kirchnerismo está entrando en una etapa ezquizoide. barone, feinmann, russo, a. fernández, todos tipos que creen estar viviendo un "momento histórico" o que parecieran verse como "heroes épicos" de una batalla que nadie quiere batallar.
Loco, este blog se fue a la mierda. Se llenó de imbéciles. Creo que voy a hacer la gran ds.
EM
PD: El posteo era muy bueno.
me están llamando...
Yo creía que lsmt era una isla estúpida y felíz alejada de la mierda, pero por primera vez me parece una radiografía de Argentina: a Cerati le da un ACV y alguien le termina echando la culpa a Cristina. Zarpado.
El hombre en bata.
EM, todavía te tira el oficialismo!
Viva DS.
es gracioso que se haya armado un debate casi politico en un post sobre el tipo menos politico de la historia, cerati. un pequeño homenaje a el
saludos
jps
Creo que Cerati solista tuve grandes puntos altos y la preocupación por el en toda Sudamérica se demuestra, si pasa a segunda plana su salud pero igualmente si se llega a complicar su salud aún más creo que sera algo muy doloroso. Es lamentable que recién algunos digan che no canten que se muera Cerati, porque si pasa perdemos uno de los grandes músicos que dio la Argentina y que representa todo lo que este país puede dar en cuestiones musicales. La verdad este señor tiene todo mi respecto y cariño.
nunca en mi vida cante "que se muera cerati" ni le desee la muerte a ninguna persona. quizás algún problema renal a rodriguez larreta.
jps
jaja
larreta... el quinto conehead.
Así que este blog se llenó de imbéciles?
O sea, la imbecilidad es directamente proporcional a cuestionar la diktadura de Cristina?
Para no ser imbecil hay que ser un nene de la Cámpora o un acérrimo seguidor de los pseudointelectuales de "Carta abierta"?
El post sobre Cerati, está bueno, a nivel literario sobre todo. Que se meta con cuestiones políticas sobre la soja y otras, es cuestionable, como todo, y de paso, da lugar para que muchos "imbéciles" viertan sus opiniones.
Lo de que "se muera Cerati", bueh, demás está decir: la lamentable futbolización del rock, de la mano de grupetes lamentables de rock barrial, que tocan re mal, no saben hacer música, y mucho menos escribir. Un culto al descontrol berreta de teatra y droga mal cortada. No sé si Cerati se da con algo, y cómo lo hacía, pero su música va a trascender, y los que piden que "se muera Cerati" ni siquiera podrán seguir yendo a ver sus ídolos marginales que se aprovechan del lavado de Cerebro de los gobiernos noventas, y post noventas.
E.R
Problemas renales y muchas cosas más le podríamos desear ja.
E.R., cuando desde lsmt decimos que esto se llenó de giles nos referimos a que alguien cae a comentar sin comprender el espíritu que DS (creador, fomentador y máximo exponente del blog) le imprimió a este espacio. Y no es una dictadura esto. Podés pensar de forma diferente. Pero hacelo en otro lado. Para quejarse de Cristina tenés la cola del bapro, acá se habla de música y culitos.
El hombre en bata.
Por cierto, cuando te referís al actuál gobierno (del cuál no soy partidiario) como una dictadura y cada 23 nanosegundos alguien corta una calle para quejarse porque le suban el sueldo, o porque le cayó mal el ajo, o para que vuelvan a comercializar el tubi 6 y nadie los manguerea ni los caga a palazos, sos un pelotudo. 30 mil desaparecidos can´t be wrong.
el problema creo que pasa porque los piquetes ya no son quejas sinceras de gente carenciada (que existe y por millones) sino movidas de polìticos que cuentan bajo su ala a punteros a los que utilizan como grupo de presiòn contra otros dirigentes. son los vicios del justicialismo, que kirchner prometiò abandonar con su "transversalidad" cuando comenzó su mandato y al que acudio cuando quiso o tuvo que acumular poder. lo cierto es que la transversalidad terminó en cobos.
reprimir un piquete en este contexto es improducente, aunque las disputas de los politicos se libren en las calles y perjudiquen a todos los demás.
lo cierto que es muchos punteros no solo le dan de comer a muchas personas, sino que viven de eso, que eso constituye su ingreso y su trabajo, y que por lo tanto no desean que la coyuntura cambie.
saludos politizados,
jps
pd ya empieza el mundial y mi candidato es holanda
Se nota que no te gusta cerati por eso escribiste este post de mierda que no rescatas nada bueno ...ANDATE A LA CONCHA DE TU MADRE
Ahi se ve la mierd@ que promovia cerati. Sus seguidores lo dejaron claramente demostrado convirtiendo en debate politico lo que en principio era un post para homenajearlo. Deseo que se recupere. Pero que no siga llenando de caca la mente de las personas como bien lo demuestran sus "Fans" aca en este post. Saludos
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