lunes, 30 de agosto de 2010

Adiós a las Armas

Afortunadamente, en la vida hay un momento en que uno se aleja de la Academia para acercarse a lo que podríamos llamar la “intensidad”, el “groove”, la “conexión” o lo que otros definen -con muy poca precisión y peor gusto- como “química”. Eso que pasaba cuando los cuatro Beatles se juntaban a tocar. O lo que mencionó Fito respecto de que en Tumbas de la Gloria “hay algo que todavía funciona”. “Se trata de fluir”, dijo Iggy Pop.


Hablo de esa comunión involuntaria que se establece entre los músicos y que los hace dejarse llevar simplemente porque la canción que están tocando –y que crearon de la nada- así lo requiere. He estudiado música alguna vez, pero jamás encontré un profesor que hablara de esto o que incluso brindara ejemplos concretos.


Una muestra podría ser lo que sucede en la última parte de esta canción:


Pero, en verdad, el ejemplo más claro -y fundamento real de este post- es este tema, cuya característica de conmovedor hasta la médula no es una novedad para nadie:



EM.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

la primera vez que uno escucha i heard you looking siente que los mùsicos, mientras la tocaban, perdieron la nociòn del tiempo, y en esa sensaciòn extemporal radica la belleza del tema, que al oyente le produce una especie de vertigo.

god bless yo la tengo.

buena foto.

jps

Anónimo dijo...

Estimados, ya tengo la entrada para ver a Yo la Tengo... estoy tramitando los pasajes de avión.
see ya soon.
ds.

Anónimo dijo...

yo tambien ds. nos vemos el 15 de octubre.

Anónimo dijo...

El regreso de ds...

EM.