BRMC comenzó su carrera a comienzos de esta decada. Lo hizo de manera silenciosa, quizas opacados por el exito desmesurado de sus contemporáneos. Comparte con los Strokes o con los Libertines la misma idea de temporalidad doble: recrear trucos del pasado con un sonido moderno, dejarse influenciar por Zepp y por My Bloody Valentine al mismo tiempo. Seria injusto calificarlos de retro; es una de las pocas bandas que le da noción de futuro a un rock preso de la demagogia, del mercado,de la nostalgia.
La desconfianza se apodera del oyente. Uno ha escuchado varias veces estas bandas de apariencia cool que han aprendido de memoria el manual de entrada con onda de la bateria. Pero creo detectar en BRMC algo mas, una busqueda profunda sobre la superficie, como exploradores caminando por encima de un enorme glaciar. No hay bajada de linea ni declaraciones sobre el amor, y si las hay he decidido no escucharlas. La voz del artista (no el sonido que emiten las cuerdas vocales sino la idea que emite el cerebro) es anónima, parece no pertenecer a ningun hombre en especial, es de nadie y es de todos.
La noche sobrevuela sus canciones; la capacidad de la banda para captar esa sensacion indefinible que se produce al esconderse el sol es admirable. Música urbana que parece provenir de un callejón especialmente oscuro de los suburbios de una ciudad decadente. El sonido es abrasivo y envolvente, un mantra electrico de aires bluseros sobre el que oimos melodias tipicamente inglesas, algunas de ellas dignas del mejor Richard Ashcroft (el de A Storm In Heaven).
A BRMC no le interesa la realidad, por lo que ha generado una propia. Vaya merito para un artista.
Compilado ideal para escuchar a buen volumen y bajo la influencia mientras ves las brasas ardiendo en la previa de un asado.
JPS
1 comentario:
quiero aclarar que subi el post sin saber que el bueno de em habia hecho lo mismo algunos momentos antes. no tuve codigo blogger! ja.
y luego que este es el post 200 de LSTM. numero redondo y de ricota.
JPS
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