Your revolution is over, Mr. Lebowski. Condolences.
Uno anda melancólico por estos días. Se murió Kirchner, Boca está en crisis, no se sabe cuándo volverá a jugar Riquelme, el concierto de McCartney ya pasó, la Mujer Escurridiza anda dando vueltas por ahí, se acerca el fin de año, el hastío laboral, los mercenarios, incompetentes y dementes del periodismo, etc.
En momentos como este, lo único que se busca es –de nuevo- la intensidad. Algún tema en cuya audición uno se sienta comprendido, interpelado, justificado. Hay muchos. En verdad, sobran. La tristeza del rasgueo de “Tifi Rex” (canción que descubrió JPS, y de la que no tengo mayores datos) es una de las alternativas. Ya se escucha casi involuntariamente. “Great Day” de –casualmente- el Macca. Dylan. “Simple Twist of Fate”. Elvis haciendo “My Way” y quedándose sin aire sobre el final.
Pero los acordes están, y ahí surge la belleza (para continuar con lo trazado en el post anterior). Son esa resistencia en medio de la basura, el suspiro fatigoso de la reconciliación.
Quizás el mayor secreto del mundo esté en encontrar una buena melodía.
1 comentario:
Escuchadas en un momento oportuno creo que las guitarras de "Grounded" pueden salvarle la adolescencia (y mucho más) a alguien.
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