sábado, 5 de septiembre de 2009

The chemical brothers – Sueño de una ama de casa


Nueva York, algún lugar en el tiempo, entre la segunda y tercera década del siglo pasado – La vida transcurre sin mayores sobresaltos en la vida de Margaret. Sus principales aspiraciones giran en torno a la posibilidad de casarse con algún señor lo suficientemente agradable como para vivir su vida de manera tranquila alejada de sus padres, quienes le negaron la única posibilidad de alcanzar su sueño: la chance de aprender a tocar el piano y quizá en algún momento ser una reconocida compositora de música clásica. A través de una amiga de su infancia, conoce a un hombre algo mayor que ella y de nombre peculiar: George Moog. George es un hombre trabajador, un ingeniero en electrónica con grandes aspiraciones, algo aburrido y no muy atractivo, sin embargo una vida de seguridad económica es una buena opción para Margaret. La pareja se casa, y al cabo del primer año de matrimonio tienen un hijo, Robert.

Presa de su amor a la música y la frustración, encamina a Robert en su educación artística, lo envía a clases de piano y danza, en un intento de cumplir sus sueños a través de su hijo. Lamentablemente Bob se siente más atraído hacia la profesión de su padre, y pronto deja las clases a las que lo inscribió su madre para comenzar a experimentar con la electrónica.

Lo demás es historia, Robert se convierte en un inventor, y fruto de la combinación de la pasión por la música de su madre y su propio interés por la electrónica, crea el primer sintetizador portátil, el Moog.

Hacia la última década del siglo XX, la música ha pasado por muchas etapas, y ha sido revolucionada varias veces. El último sacudón recibido vino de la mano del sintetizador, la música electrónica. En Inglaterra, dos amigos amantes del rock y las melodías pop comienzan a oficiar de DJs en clubes nocturnos bajo el seudónimo de The dust brothers, ganando fama y respeto en el ambiente. Luego de algunos problemas legales cambian su nombre a The chemical brothers, con el que alcanzan fama mundial posibilitándoles incluir colaboradores de la escena del rock en sus composiciones musicales, lo que resulta en una combinación ganadora. Sus “sets” se terminan transformando en canciones de corte pop. Si bien su música se basa en la utilización de samples, en sus grabaciones se puede notar el amplio uso de sintetizadores como instrumentos esenciales que ayudan a toda esa maraña de sonidos a formar una pieza de música cohesiva y coherente. No puedo asegurar que ellos hayan utilizado en sus canciones un Moog alguna vez, pero de lo que estoy seguro es que de alguna manera el invento de Bob abrió el camino para ellos.

En homenaje a Margaret, es que les brindo este compilado. Ella es en parte responsable de al menos dos cosas:

a) La proliferación de festivales electrónicos a larga escala, donde quizá fueron los últimos lugares en donde existió la posibilidad de experimentar la psicodelia en grandes grupos de gente, antes de que la clase media y Movistar se hayan encargado de arruinarlo todo, y

b) La pérdida de la virginidad por parte de Tom Rowlands y Ed Simons, The chemical brothers, quienes no lo podrían haber hecho si no fueran músicos reconocidos (son bastante desagradables a la vista).

El compilado está dividido en tres partes, tal como debería transcurrir una noche de fiesta. La primera, llamada por supuesto El arranque, se debe escuchar al comenzar la noche, cuando las expectativas de la salida nocturna apuntan alto y quizá nos permitan bailar alguna que otra canción. La segunda parte se llama El cuelgue, reservada para el momento de la noche en el cual saturar nuestros sentidos parezca una buena idea. La tercera y última parte es La vuelta, a escuchar en la última parte de la noche, cuando todo haya terminado y hagan falta canciones que acompañen el momento con un poco de melancolía.

a) El arranque

1. The boxer

2. Do it again

3. The golden path

b) El cuelgue

4. Saturate

5. Star guitar

6. Pioneer skies

c) La vuelta

7. Close your eyes

8. The pills won’t help you now

BAJAR

MN.

2 comentarios:

Alex DeLarge dijo...

Hola. encontré este blog de casualidad y me enganchó muchísimo. El punto de vista desde el que se encaran las notas y el material que se comparte es extraordinario. Un saludo grande y desde ya que comienzo a seguir cada post.

Anónimo dijo...

MN, muy bueno. No puedo parar de escucharlo.