miércoles, 23 de marzo de 2011

El eterno retorno

Una buena forma de mesurar el tiempo es notar que las bandas que escuchamos hace diez anos ahora tienen seguidores y músicos que los nombran como principales influencias.

El otro día estaba en una exposición de fotos y comenzó a sonar una canción. El pibe que estaba a mi lado, baterista de una banda de renombre indie, comenzó a tararearla. Le pregunte si se trataba de lo nuevo de Merrit.

-No, es un chaboncito nuevo, Dent May. Bajate el disco que es genial.

Al llegar a casa baje el disco y me encontré con lindas canciones que podrían ser tranquilamente de Merrit, aunque no lo son. Se lo puede acusar de ladri, pero May es en realidad otro nerd que en lugar de clavarse el nuevo de Metallica se encerró en su pieza con un ukelele y compuso unas bellas melodías.

Es probable que Dent May sea el Pierre Menard de Merrit, pero a quien le importa. Despues de todo, nadie conoce a Merrit y mucho menos a May. Entre amigos robarse esta permitido. En eso se basa el peronismo.


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