lunes, 21 de marzo de 2011

La Chica de The Fall

BRIX SMITH TRAJO EL SOL A GRAN BRETAÑA

En los 80s, Brix Smith era mejor conocida como la guitarrista de The Fall, y como la mujer de su cantante, Mark E. Smith, de quien luego se divorció. Brix era una de las pocas mujeres del indie británico cuando este todavía era bueno. Ella trajo la moda y el glamour a la amarga escena post-punk, ayudando a hacer que The Fall fuera un número decente de pop en vez de experimentar en el polémico post-pop con el que a veces se los confunde. Quizás, de manera más pertinente, en ese entonces Brix se vestía de la manera en que hoy se viste cualquier chica preocupada por verse bien. Básicamente, ella siempre estuvo un paso adelante.


En el 2002 empezó Start con su nuevo marido Philip Start. Start es una cadena de boutiques desparramadas por Rivington Street, en Shoreditch, que se la hace más fácil a las personas que no están tan adelantadas en el juego, estoqueando lo mejor que las marcas tienen para ofrecer. Nacida en LA e hija de un psicoanalista de Beverly Hills, y de una ex-modelo-devenida-en-productora-de-TV, que se divorciaron cuando ella tenía un año, Brix Smith no recuerda nada de su niñez aparte de haber tenido un gato negro y un pez. Ni siquiera se acuerda de qué color era el pez. Hablamos con ella sobre The Fall, Mark E. Smith, y sobre cómo hacer una exitosa cadena de tiendas de moda que de hecho se las arregla para vender cosas que querés comprar.


Vice: ¿Qué tenías puesto el día que conociste a Mark E. Smith?
Brix Smith:
Tenía puesto un vestido blanco de plástico. Era corto. En esos días oscilaba entre el estilo rockabilly y el go-go, así que me imagino que estaría usando unas botas con punta al estilo rockabilly de Chelsea. Mi pelo estaba más o menos como lo tengo ahora. Y en cuanto al maquillaje, ojos tiznados y labios carnosos. Tengo labios grandes así que si me pongo un color muy fuerte pueden tomar toda mi cara.

¿Qué fue lo primero que le dijiste a Mark?
Le dije, “¡Me encantó el show pero no entiendo una mierda de lo que estas diciendo!” y también me acuerdo de verlo en el escenario y pensar que daba miedo. No encajaba en el típico molde de los cantantes. Se notaba que era muy inteligente. Creo que él pensó que yo era linda, así que esa noche se sentó a mi lado y me invitó a una fiesta en Chicago. Yo dije, “Buenísimo, tengo auto, yo manejo,” así que fuimos en mi auto, un Ford Futura azul pálido con asientos de vinilo gris. Puse un casete de la banda en la que estaba para que él lo escuche. Me dijo, “¿Quién escribió esas canciones?” y yo respondí “¡Yo!” Me dijo, “¡Sos una maldita genia!” pensé que lo decía porque quería cogerme, y que me estaba jodiendo. Pero no. Reprogramó su gira para volver a Chicago. Y para ese entonces ya me había convencido de que me fuera a Inglaterra con él.

La gente dice que vos fuiste la persona que le dio un estilo a una banda que en ese entonces no lo tenía.
En realidad yo creo que Mark tenía un estilo increíble. ¿Sabes quien se copio de su estilo? Jarvis Cocker. Esas camisas de poliéster, los pantalones estilo C&A y los zapatos ingleses de cuero duro. No sé como lo describirías.

Se vestía como la gente que te entrevista para un trabajo. El look un poco dice: “Estoy hablando en serio, no estoy boludeando. No necesito ni pelo rosa ni un brazalete con tachas.”
Tenés mucha razón. Cuando Mark usaba ese tipo de ropa estaban de verdad fuera de moda. Era cool porque quedaba tan mal. Pero lo hacia sin esforzarse.

¿Cuánto tiempo pasó desde que lo conociste hasta que te mudaste a Inglaterra?
Seis semanas. Mudarse a Prestwich fue un shock cultural terrible. Me había arriesgado tanto. Había llevado toda la plata que tenía en mi cuenta, que eran $700. Me acuerdo que Mark dijo,” No soy un hombre rico, apenas tengo £1,000.” Y yo le dije, “¡Qué me importa!” Vivíamos en una vieja rectoría con al menos diez gatos.

¿Cómo reaccionó Prestwich a la llegada de una chica del new-wave punk-rock que venia de Chicago?
Su familia estaba fascinada. Aún hasta después de haber vivido ahí cinco años y haber tenido una casa propia, la gente me preguntaba todos los días si estaba de vacaciones porque no podían entenderlo.


¿Lograste que se cambiara la ropa un poco, o nada?
Éramos muy amigos de Michael Clark, el bailarín, y por eso éramos muy amigos de Leigh Bowery y de gente como Stevie Stewart de Bodymap y de toda esa movida fashion de los 80s. Así que podíamos conseguir ropa y si, yo ahí le decía “Ponete esto, ponete lo otro.” Él no se iba aponer algo que no le gustara. Y si se sentía un idiota te decía, “Parezco un idiota.” Yo pensaba que él necesitaba un buen traje para que no sólo se viera inteligente sino más...No cómo se vería Bryan Ferry o algo así. Estaba este negocio en Manchester que se llamaba Woodhouse, que era de Philip Start. Yo no lo conocía, pero ahorré plata y llevé a Mark y le compré un traje. Un Armani color pardo, por £700.

¿Cómo fueron los primeros meses en The Fall?
Al principio, la prensa me odió. Pensaban que era nepotismo. A veces Mark me ayudaba a escribir las letras para mis cosas, yo le daba la hoja con las letras y el las leía y tachada cosas por todos lados. Cuando volvía a leerla, después de eso, era algo brillante. Haber estado en The Fall fue uno de esas cosas soñadas en las que uno inspira al otro y el otro te inspira a vos. Era muy fácil, escribíamos como cinco canciones por noche. Teníamos una conexión intuitiva.

¿Cómo se siente tener esa relacion amorosa/creativa?
Es mágico. Te sentís hirviendo, la piel te hace cosquillas, sabés que es algo tan especial. De alguna manera me pasa eso con mi marido ahora, pero está más orientado a lo comercial. Eso era casi espiritual. Era intenso. Esto es más desapasionado.

¿Cómo se siente tu marido con esto?
Mi marido y yo creamos algo muy bueno con Start. Es una relación saludable que va a durar. No es volátil. Con Mark era totalmente diferente, era un completo drama, una montaña rusa. Duró hasta que se apagó. A pesar de haber sido maravillosa, a veces pasaban cosas terribles. Me divorcié de él porque me engañaba continuamente. Después salieron todos los gusanos de la lata. Toda esa mierda estaba pasando a mis espaldas. Estoy felíz por lo que tuvimos, y estoy felíz por lo que no tenemos ahora.

¿Asi que, básicamente, él era un cerdo?
Un cerdo sucio. Pero, ¿y que? Éramos jóvenes. Una mañana me levanté y él estaba llorando en la cama. Me dijo, “Me voy,” y yo le dije, “¿a donde te vas?” y él me respondió, “No, te estoy dejando.” Y después se fue a Edimburgo. No podía soportarlo, así que hice las valijas.

Hay una canción “Bill Is Dead” que la gente especulaba que era sobre la separación de ustedes dos.
Si. Se suponía que yo iba a tocar en ese disco. La gente dice que “Bad News Girl” también es sobre eso. Yo también escribí una sobre él así que estamos a mano. Después de separarnos yo estaba completamente devastada.

Así que te fuiste de Manchester. ¿A dónde?
Vivía en Holland Park. Conseguí un departamento muy lindo. Empecé a salir y a hacer cosas como mi otra banda The Adult Net. Tenia 25 años y era una estrella pop y me estaba divirtiendo mucho, pero caí en una terrible depresión. Me volví anoréxica, tuve que ir al psicólogo y tuve que tomar antidepresivos. Era un desastre.

¿Qué tipo de cosas usabas en esos días?
Por supuesto que usaba mucho Bodymap, las cuales todavía tengo, y Jean Paul Gaultier. Salí y me compré un vestido de Antony Price. También solía usar remeras psicodélicas con jeans de cuero muy ajustados, como super-chupín. I’m 5’ 2”, así que me quedaba lindo. Arriba del escenario trataba de canalizar a la madre de The Partridge Family. Después, en el 94, Mark me dijo, “Te hago volar de un lado al otro, lo que vos quieras. Te necesitamos de vuelta.”

¿Te quería de vuelta en la banda?
No sé. Algunas personas dicen que lo único que hacía era sentarse en su casa y mirar fotos mías. Su mujer actual no lo deja estar cerca mio. Así que quizás sea cierto. Estoy enamorada de lo que tuvimos, y agradecida por lo que creamos. Pero él es un desastre. Es horrible cuando amás a alguien y lo ves auto-destruirse.

¿Cómo conociste a Phil?
Me reuní con The Fall e hicimos dos álbumes más en los 90s. Los álbumes estaban bien, pero nada que ver a los que habíamos hecho antes. Para ese entonces Mark se estaba deteriorando, fisica y mentalmente. No estaba bien y simplemente no iba a funcionar. Una vez, cuando estaba ahí salí de un restaurant y ví que había gente entrando a Harvey Nichols de noche. Pensé que era una fiesta y quería colarme. Me metí en el ascensor y Philip y dos amigos me dijeron, “¿subís?” Me compró un trago y me enteré que era el dueño de Woodhouse y le conté que ahí le había comprado un traje a mi ex marido. Tuvimos una gran conversación. Al día siguiente la secretaria del manager de mi ex me llamó y dijo, “Este caballero llamó a la oficina, se llama Philip Start.” Yo pensé, “¿cómo mierda hizo para rastrearme? Lo llamé y le dije “¿qué puedo hacer por vos?” Y me invitó a salir.

Entonces, la tienda.
Philip vendió Woodhouse. Yo dejé The Fall. Traté de conseguir un contrato con una discográfica pero nadie me quería. Quería hacer algo en TV, pero a nadie le interesaba. Me la pasaba tirada en el sillón mirando Oprah. También fue muy trastornante para Phil—vender el negocio que había tenido durante 30 años. Y recién se divorciaba de su esposa. Terminamos mudándonos a Shoreditch en el ‘99. Pasaron dos cosas. Lo primero fue que me desperté una mañana y tenía una idea brillante para una serie de TV.

¿Cuál era?
Se llamaba Kitchen Bitch, y yo era la
kitchen bitch. Recibía a un invitado en casa. El primero fue Alan McGee. Hablábamos sobre su relación con la comida y usando esa metáfora hacía que se abriera. Lo otro fue que le dije a Phil, “Mi amor, no hay ningún lugar donde hacer compras,” y él dijo, “Bueno, construyámoslo.” Y así es como empezó. Y mirame ahora. Estoy haciendo tres programas de TV y tenemos cuatro tiendas. Nunca fui tan felíz en mi vida.

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2 comentarios:

ds dijo...

excelente
quien la hizo?

Anónimo dijo...

la saque de este link,

http://www.viceland.com/ar/v2n3/htdocs/brix-smith-385.php

me la paso sol p.

jps