miércoles, 20 de mayo de 2009

Congelen las Noticias

Uno de los mecanismos más pueriles de los medios de comunicación masivos (y del periodismo en general) es su frenética búsqueda de novedades. Incluso las publicaciones literarias caen en el llamativo juego de la primicia: un escritor es ciegamente coronado rey y su figura comienza a desvanecerse en el mismo momento en el que le colocan la corona. Federico Andahazi quizás haya venido al mundo para decir que la contemporaneidad nos condena a la miopía. El tiempo lentamente pone las cosas en su lugar y las generaciones futuras dictaminarán con la frialdad que requiere el caso quiénes serán olvidados por mediocres y quienes serán olvidados para pasar a formar parte del anónimo patrimonio de la humanidad. En todo caso, como vemos, todos seremos olvidados, lo que constituye, sin dudas, un alivio.

En su devorador impulso por la novedad, los periodistas relegan incluso la calidad artística. En algún momento, Beck estuvo en boca de todos. Hoy quizás esté sacando sus mejores discos pero ya supera los 40 años y su talento no tiene nada de novedoso, por lo que cada nuevo lanzamiento del rubio se pierde entre discos de Jonas Brothers o The Rapture.

Un caso similar ocurre con Stephen Malkmus. Opacado por la figura omnívora de Cobain, quizás Malkmus sea un mejor representante del espíritu de su época: en lugar de pegarse un balazo, extinguirse de a poco. Malkmus renunció al éxito y separó Pavement en el momento adecuado para dedicarse a viajar por el mundo con su proyecto solista y dar pequeños grandes recitales para no más de 1000 personas. Si en algún momento de los 90, con sus fabulosos discos Slanted and Enchanted y Crooked Rain Crooked Rain, el hombre fue el gurú del indie americano, hoy Malkmus parece más bien ese amigo simpático al que todos le deben dinero y por eso nadie quiere nombrar.

La música de su grupo prescindió de los estadios, en lugar de grandes riffs distorsionados se escuchaban guitarras incoherentes sobre melodías pop cantadas por alguien que parecía estar desesperado por dejar de cantar. La música de Pavement parece deshacerse como las películas de Antonioni, su capacidad melódica es vencida lentamente por el silencio. Silent Kid o Stop Breathin parecen metáforas ajustadas de aquello que la música de Pavement transmite, y trasladando el arte a la vida real el grupo también se fue diluyendo hasta esfumarse sin discos de despedida o giras por el mundo.

Todo grupo corre el riesgo de convertirse en una marca, momento exacto en el que la música pasa a segundo plano. Pavement evitó esa trampa. Malkmus quedó solo y se despidió de la rock and roll era.

Cada uno de sus discos solistas es un desafío a todo lo que Malkmus ha hecho antes, sus canciones no han perdido un ápice de talento y su técnica como guitarrista y compositor sólo ha mejorado. Sigue luciendo como un Jarvis Cocker americano y su aspecto delgado y universitario no ha cambiado ni un poco, pero eso parece no bastar. Malkmus está fuera de la agenda de los medios, que casi se ven forzados a lanzar una reseña de sus nuevos trabajos, con incomodidad, como si fuera una molestia. Las tres estrellitas lacónicas encabezan la nota como si se sacaran de encima un problema y así los discos de Malkmus se acomodan uno detrás del otro sin ninguna trascendencia real, sin siquiera haber sido escuchados.

No creo que la etapa post Pavement de Malkmus sea genial pero si la considero muy digna y eso es, en estos días, el mayor elogio que puedo hacerle a un músico. De vez en cuando, claro, reluce el genio que Malkmus siempre se sintió avergonzado de ser. Si una banda actual lanzara una canción tan fenomenal como Freeze the Saints los críticos la estarían cantando desnudos por las calles del centro. Pero la compuso Malkmus, y nadie se tomó la molestia de escucharla.

Este posteo pretende reivindicar esa gran canción. Reivindicar a Malkmus ya no hace falta. Su obra, su actitud ante la música, su idea del rock, es ya una anónima y silenciosa parte de la cultura.

Les dejo aquí una hermosa versión acústica en vivo de You tube con error y todo, y luego la canción original para que la bajen si es que no la han escuchado.

Sí, soy un copado.

GG

BAJAR



2 comentarios:

Anónimo dijo...

lindo tema. la version es genial

Anónimo dijo...

ud. es un gigante de verdad.