viernes, 31 de diciembre de 2010

Un tango moderno


Honey I'm a prize and you're a catch

and we're a perfect match


Si el tango hubiera seguido existiendo en sus formas tradicionales, "Spit on a stranger" de Pavement podría haber integrado el género sin mayores inconvenientes. Se trata, sin más, de un tango moderno. Hay cierto estado anímico que no encuentra ningún sobresalto entre una época y otra, más allá de algunos reveses estéticos lógicos del temerario paso del tiempo.

La letra de la canción podría haberla escrito Discépolo o hasta Alfredo Lepera. Pero sobre todo Discepolín. La conexión se produce del siguiente modo: el autor tanguero escribe por desesperación ante la falta de respuestas, motivado por la imposibilidad de resolver una situación que se le escurre amargamente de las manos. Lo hace por dolor, por resignación. Para mitigar el sufrimiento, ahogarlo o liberarse a la espera de la próxima mujer.

En este sentido, es interesante una hipótesis de José Pablo Feinmann (no recuerdo si es suya o si sólo la cita) respecto de que el peronismo terminó, a su modo, con el tango social lacrimógeno, debido a que los habitantes de los arrabales y las barriadas encontraron –también a su modo- una forma de felicidad. Utiliza como máximo exponente de esta tesitura a Discepolín, que de poeta existencialista en la década del ’20 pasó a defender desde la radio pública las bondades del Estado benefactor. Por eso –dice- el tango se refugió en la mística y el cosmopolitismo del bandoneón de Piazzolla: los trabajadores y sus antiguas penurias ya tenían su propia música redentora.

Pero retomo. La canción de Malkmus aborda esa misma perplejidad ante una circunstancia inasible. El autor asiste impotente a la encrucijada en la que se encuentra un camino cuyo trayecto, en algún momento, dejó de vislumbrarse:


I've been thinking long and hard about the things you said to me

like a bitter stranger

and now I see the long, the short, the middle and what's inbetween

I could spit on a stranger


Y concluye: you're a bitter stranger. Con momentos de mayor o menor melancolía, la canción nunca pierde sensibilidad. Los diferentes arreglos de guitarras se encargaran de remarcar con sutileza que la resignación permanece. Y qué carajo: por esa misma sensación fue compuesta. Acaso eso explique el I'll try the things you'll never try del final.

Cuando en el proceso de elaboración de una canción el autor llega a este nivel de honestidad -incluso hasta consigo mismo-, estimo que no habrá evasivas ni especulaciones de ningún tipo. Todo lo que está guardado tendrá que salir. Para eso se hace. Malkmus lo representa de la manera más profunda cuando decide terminar el tema con una línea que, en su simpleza, es de las más gráficas y hermosas que escuché en mucho tiempo. En esa instancia también se apagan los instrumentos, y de a poco se va esfumando la canción…

Esa frase es I see the sunshine in your eyes.



EM.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el peronismo termino con el tango lacrimogeno, con los buenos escritores, con la posibilidad de pensar, termino con todo y solo quedo el peronismo.

feinmann es imbecil, el otro dia lei una nota suya, contratapa de pagina 12, sobre el argentino ¨y su odio al otro¨. verguenza ajena.

buen post, em

feliz año,

jps

Anónimo dijo...

jaja! Feliz año, JPS.

Un abrazo.


EM.