martes, 29 de diciembre de 2009

Las 10 canciones del 2009 IX

2. I dont want to get over you de Magnetic Fields


En una frase no exenta de cierta pomposidad, Theodor Adorno dijo que es imposible escribir poesía después del Holocausto. ¿Cómo pararse frente a la hoja en blanco luego de las fosas comunes, las cámaras de gas, la tortura de mujeres embarazadas, las imágenes ubicuas del horror? Quizás Alan Resnais haya aportado una salida posible en dos de sus mejores películas (Hiroshima Mon Amour y Nuit et Brouillard) pero, luego, las publicidades de gaseosas se encargaron de olvidar, tarea nefasta que condena al perdón de lo imperdonable. Yo, modesto hombre contemporáneo, me he preguntado siempre como hablar del amor luego de las series de Cris Morena, luego de las campañas publicitarias de San Valentín, cómo expresar un sentimiento que ha sido secuestrado por publicistas. Uno de los hombres que mejor ha resuelta este dilema es, claro, Stephin Merrit.

Se acusa a los hombres de mi tiempo de cínicos, ¿pero que otra postura puede tomar un ser pensante ante la saga de películas de Julia Roberts o la mamada de Monica Lewinsky que bombardeó Kosovo? Merrit es un cínico, sí, pero también es un hombre adicto al amor, y combina ambas visiones aparentemente opuestas en su extensa y dispersa obra, comprendiendo que la cultura pop se ha inmiscuido en nuestra intimidad, en los lugares más inhospitos de la vida cotidiana. En su fenomenal canción The Death Of Ferdinand de Saussiere decide asesinar al lingüista cuando este le explica que el amor es incomprensible:

On love he said
"I'm not so sure
I even know what it is
No understanding
No closure
It is a nemesis
You can't use a bulldozer
To study orchids"

Merrit comprende su rol: es la voz lúcida del amor en un mundo que tiende a perder la lucidez en todos los aspectos. Para eso cuenta con una herramienta que sólo los verdaderos hombres de genio saben utilizar con inteligencia: el humor. Cuando asesina a Saussiere, Merrit se refugia en las tontas canciones de amor del trío de compositores Holland-Dozier-Holland y mata en nombre de ellos, en nombre de esa ilusión que parece perdida. Esta canción extraordinaria forma parte del disco que hizo mundialmente famoso a Merrit, 69 Love Songs, una obra maestra que parece dejarnos la hermosa idea de que el amor no es sólo para los idiotas. La canción que me ocupa en este posteo es una de las mejores de aquél disco, I dont want to get over you. Transcribo la letra:

I don't want to get over you.

I guess I could take
a sleeping pill and sleep at will and not have to
go through what I go through.

I guess I should take Prozac, right, and just smile all night at somebody new,
Somebody not too bright but sweet and kind who would
try to get you off my mind. I could leave this agony behind
which is just what I'd do if I wanted to, but I don't
want to get over you

cause I don't want to get over love.
I could listen to my therapist, pretend you don't exist
and not have to dream of what I dream of;

I could listen to all my friends and go out again and pretend it's enough,
or I could make a career of being blue--I could dress
in black and read Camus, smoke clove cigarettes and drink
vermouth like I was 17 that would be a scream but

I don't want to get over you.

Merrit es genial jugando con las palabras, y un poeta no es más que eso, un hombre que sabe como combinarlas. Uno puede decir oí el mar o repetir la línea de Nicolás Olivari escuchá el acordeón de la marea e impresionar a una chica con las defensas bajas. Merrit construye un mundo con palabras como prozac o therapist, de inmediato imaginamos la clase de persona que es, a sus amigos, los lugares que frecuentan, los libros que leen, etc. Y, por sobre todo, y de manera explícita, nos dice que no quiere superar el amor, un intento desesperado por aferrarse a eso que el mundo quiere quitarle. La batalla de Merrit es estoica, viril, digna, y uno de inmediato se identifica con ella. Logra hablar de temas personales sin caer en el patetismo o la sensiblería, o como dirían algunos fans de Hermética, la mariconada. Al lado de él, el gordito de Keane parece Susan Boyle.

Merrit es homosexual, neoyorquino y un irredento fan de los filmes de Yazujiro Ozu: me gustan los personajes de sus películas porque dicen sus líneas olvidándose de su ego. Eso trato de hacer yo cuando canto. Si fuera gay, estaría sin dudas enamorado de él. Aunque…

JPS



3 comentarios:

Anónimo dijo...

temazo.
hacele una entrevista ds.

Anónimo dijo...

este posteo es muy gracioso de una forma muy idiota. clap clap.

Anónimo dijo...

Merrit es , probablemente, el artista más importante de los últimos diez años; sin lugar a dudas, el más importante de los artistas americanos de los últimos diez años (hago esta aclaración por que Mark E. sigue respirando).
el hombre en bata.
hacerle una entrevista a Merrit es más difícil que pasar un huevo por una manguera de patio.